martes, 7 de septiembre de 2010

Carta de un padre, de un niño Down



Apreciados Padres:

Conozco bien lo que ahora sienten: la sorpresa, el miedo, el desconsuelo, la ira, la impotencia, la tristeza... todos esos sentimientos los viví cuando nació mi hijo. Remontarme a aquella época es sentir un nudo en el estómago, una rabia con la ciencia tan inútil, con Dios que me lo mandó así sin pedírselo, con mi familia y mis amigos que tienen sus hijos normales y yo no...


Pero hoy es distinto, cada logro de mi hijo me llena de alegría y pensar en no tenerlo me da más miedo que su nacimiento. Mi compromiso es con él y para él. Mi familia es feliz, se siente orgullosa de tenerlo, todos quieren abrazarlo, gozar sus caricias, reír con sus ocurrencias.

Cuando recuerdo los sentimientos que se despertaron al enterarme de su diagnóstico, siento pena por haberlos vivido, porque mi hijo es tan grande, tan hermoso y tan maravilloso, que él no merecía que esos sentimientos se presentaran con su advenimiento.

Si me permitieran elegir a conciencia el tenerlo o no: NO LO DUDARÍA, diría que naciera, que viniera a mi hogar y lloraría, pero de felicidad, con su presencia. Claro que sé que cada uno tiene que adaptarse a esta nueva situación, mi experiencia no les evita pasar por este proceso; sin embargo quiero que sepan que el llanto de hoy se convertirá en risas dentro de poco, que el miedo los llevará a ser más valientes que los demás y que no habrá nada que empañe la alegría de verlo crecer y desarrollarse.

Su hijo tiene una misión, permítanle cumplirla, no se pregunten por qué esta con ustedes, simplemente vivan esta magnífica experiencia y siéntanse orgullosos de tener el privilegio de contar con un ser tan maravilloso como el. Ustedes no están solos, somos muchas las familias que tenemos la fortuna de tener un hijo con síndrome de Down, muchas las personas que los aceptan sin reservas, muchos los colegios que les ofrecen formación y muchos los profesionales que velan porque su desarrollo sea óptimo. Vivan su proceso de adaptación, pero confíen 
en que una vez superado serán aún más felices que antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario